Este plan tiene como objetivo de formación el desarrollo de una capacidad de intervención eficaz en el campo interaccional humano, en ese proceso mutuamente determinante entre mundo interno y mundo externo, entre el sujeto y la complejidad de su contexto vincular, familiar, grupal, institucional y comunitario.
Este Técnico, en tanto especialista en el análisis e intervención en procesos interaccionales, relacionales, puede operar en muy diversos ámbitos y situaciones. Su participación puede ser requerida tanto para la planificación de nuevos asentamientos poblacionales, como para el análisis de la relación entre diversas organizaciones de la comunidad: instituciones educativas, de trabajo, centros vecinales, de salud, deportivas, etc.
Los egresados trabajan, entre otras tareas, en la prevención de Violencia familiar; conducción y organización de menores abandonados; formación de agentes comunitarios; alfabetizadores; asesoramiento y supervisión en escuelas primarias y secundarias, con docentes, directores, alumnos y padres; en el Poder Judicial; en situaciones de emergencia social como fueron la Guerra de Malvinas, el terremoto de Mendoza, la hiperinflación, el atentado a la AMIA.
Estas experiencias, que reflejan sólo parcialmente la multiplicidad de acciones educativas y de participación social en que este técnico puede desempeñarse eficazmente, contribuyen a definir el perfil de este rol y a justificar su necesidad, que va adquiriendo progresivamente un reconocimiento, una representación para los integrantes de un orden social, quienes desde allí lo hacen destinatario de su demanda.